Pasados los primeros tiempos en los que este nuevo empresario tira de su red más cercana como clientela, de pronto se da cuenta de que en algún momento, esta red se secará… Atención, aquí hay un problema! Y se le enciende la bombilla: ¡Necesito hacer Marketing!
Acto seguido nuestro amigo se embarca en encargar una web chula a una empresa de diseño web, alguien que le lleve el Facebook y quizá una campaña de Google Adwords. En este punto, el empresario se cree que ya lo tiene todo encaminado, cuando el diseñador empieza a darle la tabarra pidiéndole contenido para la web… Y claro, además si se trata de una agencia de Marketing online, también saldrá el tema de que para que la web posicione, pues hay que alimentarla de manera recurrente!
¿Pero, dónde me he metido?
Aquí es cuando nos damos cuenta de que una estratégia de Marketing no solo implica una campaña publicitaria, o cubrir las bases de una presencia online. Se trata de un nuevo enfoque a tu negocio, en el que se combinan las operaciones de dar servicio a los clientes actuales con una serie de acciones orientadas a fidelizar a estos clientes, a hacerlos prescriptores, y a encontrar nuevos clientes potenciales. Y esto no acaba nunca!
Marketing y sentido común. Pues si lo vamos a hacer, hagámoslo bien…
Sin duda, todo lo que se haga para aumentar la exposición de un negoció va a tener un impacto positivo en su visibilidad. Sin embargo, dado que los recursos de nuestro empresario son aún bastante limitados, será importante afinar qué acciones se llevan a cabo para maximizar el impacto hacia los objetivos de la empresa.
El Marketing se puede (y se debe) plantear en términos de sentido común. Y para mí, el sentido común me pide que encuentre primero las preguntas principales y luego las vaya respondiendo… En este ejemplo, el razonamiento iría:
- ─ ¿Qué necesito?
- Incrementar los clientes (y por tanto los beneficios)
- ─ ¿Quienes son esos clientes? ¿Dónde los encontramos?….
- Mmm, no sé…
Primer bloqueo del sentido común. No sabemos quienes son, y sin embargo ya tenemos algunos… Comencemos por los clientes que ya tienes:
- ¿Qué necesidades tienen?
- ¿Por qué vienen a ti?
- ¿Qué tipo de persona son?
- Si hay varios tipos, ¿Podemos escoger un par de ellos?
- ¿Qué les interesa?
- ¿En qué círculos se mueven (tanto online como offline)?
- ¿Cómo han llegado hasta tu negocio?
Y de pronto, estamos empezando por el análisis del perfil de nuestro cliente, que es el primer pilar del Marketing. Quizá este ejercicio resulte incómodo a algunos, porque a veces, hay que hacer algunas suposiciones y otras veces hay que preguntar a nuestros clientes. Pero es FUNDAMENTAL que se aborde al principio. ¿Por qué? Déjame darte un par de razones:
- Si no sabes quienes qué necesidad les resuelves a tus clientes, ¿de qué les vas a hablar en tu web?
- Si no sabes qué tipo de persona son, ¿cómo vas a atraerlos a tus comentarios en Facebook? ¿O crees que te van a seguir porque sí?
- Si no sabes en qué círculos se mueven, ¿cómo vas a seleccionar foros y eventos tanto offline como online para visibilizarte? ¿O te apuntas a cualquiera y a ver qué pasa?
- Si no sabes dónde buscan información acerca de sus necesidades e inquietudes, ¿Cómo vas a seleccionar los canales de Marketing más adecuados?
Dedica esfuerzo a analizar estos aspectos iniciales y el resto rodará con mucha más facilidad. Tendrás información como para decidir tus acciones de marketing con más criterio. Por otro lado, ten en cuenta de que puede que tengas que revisar estor perfiles de tanto en tanto. Añadirás más información, con suerte habrá nuevos perfiles atraídos por tu producto o servicio, y tendrás más información acerca de los canales y foros que les interesa. Esto te permitirá ir depurando tus acciones y adaptándote siempre hacia mejorar la eficiencia de tus recursos dedicados al Marketing.
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